miércoles, 12 de enero de 2011

SUEÑOS

Mi  mirada trémula
cruza el arco incipiente
de tus ojos amordazados.
He dejado rodar una cortina
de perlas saladas, mientras
navego el silencio.
Mis sueños alazanes
vuelan a un encuentro
de palabras equilibradas
donde festejan, con sus crines
refulgentes, cada vestigio
de esa humedad tuya.
Me pertenece tu historia,
le disparo una huella invisible
de mis sombras que enamoren
la virginidad en esa misma piedra
donde tiembla lo desconocido.
Finalmente me disfrazo de futuro
desafino el grito por la vida
y la tangente del verso
que me atraviesa cae
inexorablemente
en las cuerdas de ese violín mudo
que ha dejado de sonar.

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