miércoles, 8 de diciembre de 2010

CONJURO

Se me hace larga la noche cuando amenazo con atrapar al insomnio y no dejarlo ir. Quiero que se transforme en mi amante eterno, es el único que luchará por seguir a mi lado, a pesar de los tiempos.
Cuestionaste todas las posibilidades, remotas o no de soñar sueños indelebles, de esos que te quedan achicharrados en la piel y que duelen, pero gustan.
Me acaricia el viento suave de un ventilador, hace calor y te siento lejano, apesadumbrado, eternamente infeliz, ya sabes me dediqué a negarte ese trozo tuyo del universo que tenía tu nombre, ya no más, no compartirás con nadie la experiencia cercana al amor.
Te alejaste de mí y el despecho te atrae como un imán, reniego  de las malditas falsas costumbres de perdonarnos todo y seguir como idiotas el camino , haciendo de cuenta que nada ha sucedido,
Grito, claro que algo pasó, me dejaste llorando, diciéndote que no podía sufrir más y solo respondiste, Buenos Días. Y ahí terminó el idilio de meses y meses de te amos, te extraños, eres la mujer más fascinante del mundo.
Y darse cuenta que la idiotez me había hilvanado el cerebro de una manera perversa, casi con un veneno a cuentagotas, suficiente para danzar a tu ritmo tantos meses.
Ya no más, te veo, se me apretuja el corazón, el orgasmo late incipiente, arrancaría un ojo tuyo para hacerlo sopa, te dejaría ir. Con todas las Circes que fuiste enamorando por el camino, y si, es despecho el mío, pero no serás feliz, no es una maldición, solo un augurio de tu presente-futuro. No podrás serlo, eres infiel a tu propia esencia a tus propios designios, todos los poetas terminan muriendo solos, abandonados, viejos, decrépitos, llenos de porquería adentro, porque eso es lo que sembraron.
No es una amenaza ya te dije solo un augurio, espero equivocarme por el amor que te tengo.
Pero no deberías haber jugado conmigo, Dios tiene comunicación conmigo directa y ya me encargué de decirle que no eres buena persona, de los malditos eres, el peor.
Y terminarás pudriéndote en tu propia sangre después del gran premio, que no tendrás con quien compartir.
He decidido sanamente alejarme, sepultarte y arrojarte sangre con algún conjuro que no te devuelva a mis brazos, solo me quemarías sin amarme.

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