Somos peregrinos enmarcados
en el mito de un viaje histórico.
El punto de llegada: el amor
la concepción agraciada
de cualidad superior
contenida en la presencia del ser amado
que renueva y
espiritualiza la materia del mundo.
La esperanzada búsqueda de la trascendencia
transmutó nuestras elegías en emisarios de salvación.
Hemos embellecido a este cruel mundo
aunando nuestras almas pletóricas de coraje
y dueños de los sueños
más intensos y divinos.
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